CLIENTE: KNORR
AÑO:2015
AGENCIA: LENGUA POP
Desarrollamos una idea de video caso con la agencia, pero teníamos miedo de que no funcione así que dijimos: ‘hagamos 5 casos, 1 tiene que salir bien’.La idea Elegimos a 5 madres y les pedimos que cocinen el plato favorito de sus hijos. La idea era colocar 2 platos iguales, uno cocinado por la mamá y otro por el equipo de catering (sin adulterarlo) y ver tras la degustación, cual elegían los chicos. Contactamos con los 5 hijos y les dijimos que sus madres los habían anotado en una prueba del ‘Condimento más antiguo de knorr’. Lo único que debían hacer era presentarse tal día, a tal hora y degustar el nuevo sabor de knorr y que encima cobrarían por la prueba. Todos accedieron sin dramas, pero había un chico Alexander (imaginen mi cara de cansancio mental por no saber más que inventarle para que acepte) que me cortaba el teléfono una y otra vez y me decía que no lo haría, finalmente dijo que si tras mis dotes de convencedora oficial de la productora. El Proceso Sin embargo, todo esto no sería fácil, ya que todo debía ser grabado en una cámara gesell para así nosotros y las madres, podamos ver el proceso de degustación. Mientras tanto los chicos y chicas esperaban en una habitación continua con una psicóloga que les hacía una breve intro de lo que iban a experimentar y les preguntaba acerca de sus platos y sabores predilectos. Lo que ellos no sabían era que a metros de estos, en un jardín montamos 6 cocinas, una para cada madre y para el equipo de catering. Allí la magia ocurría y ellos ni cuenta. El mejor platoEntró la primera hija, recuerdo que su madre Laura, cruzaba los dedos y nos decía ‘será que va a elegir el mío?’. La sorpresa fue grande cuando el primer caso salía como lo habíamos pensado. Debajo del plato de la mamá había un esquela ‘enana de mi vida gracias por reconocerme sin verme cocinar’. Comida de mamá hay una sola Uno a uno fueron degustando y todos absolutamente todos, eligieron el plato de la mamá. Al final fue una sorpresa para el equipo. Uno de ellos decía:’me gusta la lasagna de mamá porque se le quema un poco’ o una de las nenas nos contaba que lo que la hizo elegir el plato de polenta fue que no tenía sal, como el de su mamá… Lo que todos comprendimos fue que no importa cuán imperfecto sea el plato de nuestras madres, la comida de mamá hay una sola. Gracias a todas las mamás por ponerle el condimento más antiguo a las comidas: el amor.